Toda una experiencia ver la obra original de Francisco Ibáñez. La sensación de convertirse en un "time traveller" al siglo y época preinformática. El arte y el oficio del Arte Final en tinta china con tiralíneas y plantillas curvas francesas. En lo personal un viaje de vuelta a mis propios orígenes profesionales. Una experiencia entrañable de la que sales cargado de esa suerte de energía original y una nueva perspectiva de recuperar técnicas relegadas e incorporarlas con las nuevas para aprovechar la tremenda fuerza de ambas en una sinergia que ya está rindiendo frutos en las láminas que estoy dibujando.
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